jueves, 3 de junio de 2010

La forastera



¿Quién es esa muchacha?
Tan bella y refinada,
de porte celestial,
cual ángel sobre la tierra.

¿De dónde vendría?
Forastera de cálidos gestos,
piel de leche, rizos castaños.
Fragancia a rosas frescas de los campos.
Podría enamorarme de ella.

¿Por qué habría de estar sola?
Si es tan perfecta a la vista,
como a la intuición…
no sin percibir cierto arrojo de desconfianza,
en sus ojos vidriosos.

¿Qué lleva en esa canastita?
Tan pequeña y con moño azul.
Un paquete envuelto, atado,
de sangriento color, supongo.
¿Qué sería?, curioso, pregunté.

¿Cuál fue su respuesta?
Extraer un cuchillo,
y con gesto amenazante,
impropio de una dama tal cual era,
jurar ahí mismo, ante su diosito,
rebanar mi estómago,
si contara su trágica historia.